Cristales de sal a las orillas del mar muerto

viernes, 17 de diciembre de 2010

for sale!!!!




Desde hace unos días conocemos la operación por la cual en el pueblo de Alconera el grupo Alfonso Gallardo ha vendido la Cementera (además de otras dos empresas en el País Vasco, un total de 382 millones). Desde que lo sabemos la pregunta es clara: ¿Y los puestos de trabajo?, ¿qué pasará ahora? Tal como me enteré de la noticia pensé en escribir una entrada en este blog sobre la venta, pero pensé que quizá lo mejor era esperar unos días hasta saber en qué situación quedaban los trabajadores. Por lo que he podido enterarme, parece ser que aún no se sabe muy bien (de hecho la operación aún no está del todo cerrada). Lo único que he leído es que desde CCOO y UGT se pedía que los empleos se mantengan y que esto ayude a solucionar los problemas del Grupo para que no se siga perdiendo empleo. O sea, que no se sabe nada.


Me sorprende que en todos los periódicos que he podido consultar apenas se mencione el tema del mantenimiento de los puestos de trabajo.


Para un pueblo de 800 habitantes no se trata de una cuestión sin importancia: es la economía del pueblo.


El otro día, tomando un café en un bar del pueblo con uno de los trabajadores de la Cementera me decía: "Cuando compras una casa, ¿qué es lo primero que haces? Cambiar los muebles, ¿no?" Así mostraba su desconfianza ante la nueva situación.


Yo espero que no sea así: Pienso que ¿será necesario seguir contando con mano de obra? Incluso pienso que puede ser que se acaben los EREs que han sufrido en estos últimos tiempos. Hay quien con esperanza dice que la situación puede cambiar a mejor porque Brasil no está atravesando la crisis que estamos sufriendo nosotros, o que allí la construcción va a crecer por las Olimpiadas del 2016. Ojalá sea así y caigamos en la cuenta que detrás de los 382 millones hay personas, familias que dependen de las decisiones que se tomen.


Mientras tanto ese gigante de hierro que ilumina (y rompe el paisaje extremeño) desde la carretera Ex 101 parece que sigue igual sin saber muy bien lo que se está cociendo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

LA BRISA (1Re 19,11-13)


La noche es tiempo de salvación. La mejor hora para tener un momento de charla con el Padre es, al menos para mí, la noche. Cuando llegas a casa con la cabeza y el corazón lleno de rostros y de personas, cansado, eso sí, pero sabiendo que es normal, que es buena señal, porque hemos hecho lo que teníamos que hacer.


Hoy oro desde este texto del primer libro de los Reyes: "Le dijo: «Sal y ponte en el monte ante Yahveh.» Y he aquí que Yahveh pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yahveh; pero no estaba Yahveh en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yahveh en el temblor.
Después del temblor, fuego, pero no estaba Yahveh en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso a la entrada de la cueva. Le fue dirigida una voz que le dijo: «¿Qué haces aquí, Elías?»"


Nos han educado para lidiar con truenos y huracanes. Tenemos, como Elías, que descubrir a Dios en la brisa. La brisa es regalo en medio del bochorno, aunque a veces se vaya pronto y vuelva el calor. Todos tenemos momentos de brisa: un gesto, una palabra, una conversación. Sentirnos privilegiados de ser lo que somos, momentos en que estamos en contacto con lo profundo humano. Nosotros tocamos la entraña humana en el pueblo, vemos cara a cara la tragedia y el gozo profundo: siempre que salimos de la cueva, como Elías. Brisa es cuando se revitaliza nuestro ser y se llena de sentido nuestra vocación. Brisa es cuando, acostumbrados a proponer cosas que nunca salen, un día de pronto, algo cuaja y brota. Brisa es cuando creemos que venimos de vuelta de todo, porque ya hemos buscado en el huracán, en el temblor y en el fuego y allí no estaba, pero de pronto en el susurro de una brisa nos sorprende.

Brisa son para mí los jóvenes: Nerea, Patricia, Edu, Jony, Naya, Alba, Rocío, Irene, Macarena, Cristina, María, Fran, Rosa, Jose, Inés, Jofe, Mamen... Unos más jóvenes y aprendiendo a tomar opciones, otros caminando hacia la adulted y con sus opciones que me dan sopa con hondas a mi.

Hoy comenzaba la tarde compartiendo con el grupo de JEC de Alconera, iniciándonos, ensayando en esto de ser jóvenes cristianos, contentos por haber conseguido poner un cartel de la campaña en el instituto, de haber pegado una pegatina y orgullosos porque una compañera les ha preguntado qué es eso de la campaña. Son brisa porque quieren conocer eso de la JEC, de la campaña, de Jesús, de la comunidad... Preparamos esta tarde la misa del domingo, para pedir por los jóvenes: vamos a cambiar los bancos, a ponerlos de forma circular, vamos a decorar la Iglesia a nuestro estilo, con carteles, vamos a poner alfonbras para sentarnos. ¡Miedo me da! La que vamos a liar.

Y termino, ya cansado al final de la tarde, con el grupo de confirmación de La Lapa, un grupo de diez o doce, depende del día y de lo que tengan que hacer: lo mismo hablamos de irnos juntos en Navidades a un centro de disminuidos síquicos, que me venden dos cajas de polvorones El Patriarca, que me enseñan una foto de la novia de Badajoz. Y sin quejarse, porque hoy me han dicho que demasiado que van, otros ni irían. Y que verdad que llevan: tengo que dar gracias por dejarme entrar en sus vidas, por abrirse con confianza y confiarme sus cosas. Son aire fresco.

Y mañana más: los viernes son tremendos, a las cinco iniciación de JEC en Atalaya y a las siete el grupo de los mayores. A las ocho y media, mi grupo de Revisión de Vida, eso ya es más relajante, pero también más exigente: Jofe nos cantará como va eso de "Refinería no", un sueño, una utopía, pero que hace que la gente se mueva, y eso ya es mucho, y encima, a este paso, lo consiguen. Inés, ¿habrá conseguido hablar con Chema?, Mamen, siendo normal, jeje, dedicada a su familia, derrochando ternura con su hermano Manuel.

¡Qué verdad es eso de que los jóvenes nos hacen mover ficha! El Dios de Jesús está empapando la vida de estos y otros jóvenes y en ellos y con ellos nos llama a descubrirlo como la brisa de esas noches del final del verano que nos anuncia que ya se va acabando el calor sofocante.

Nos gusta decir que vivimos momentos recios, que identificamos con el invierno o con el calor sofocante del verano. Y es verdad, pero Dios no se resiste, en cuanto nos descuidamos se nos hace presente como brisa y nos sorprende con su presencia.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

ESTO SÍ QUE HUELE A EVANGELIO!!!




Acabo de llegar de Madrid, del encuentro de conciliarios del Movimiento Rural Cristiano (MRC). Conocía el Movimiento Rural desde hace tiempo por ser de la familia de Acción Católica, como la Juventud Estudiante Católica, de la que he sido militante y ahora consiliario y animador.

Pero ha sido hace unos años, cuando llegué a los pueblos a los que sirvo y cuando me invitaron a las reuniones del Movimiento en la Diócesis cuando lo estoy conociendo realmente. Desde hace dos años he empezado a ir a las reuniones del grupo que nos reunimos en Valencia del Ventoso y este curso vamos a iniciar el movimiento en Alconera. Además estar en contacto con el MRC me da un estilo de presencia y de trabajo pastoral en los pueblos.

Por todo eso, sentía la necesidad de ir a este encuentro nacional del MRC en el que, aunque no estaban los militantes, al menos iba a conocer a los consiliarios. La experiencia inmejorable: siempre digo que este tipo de encuentros ayudan a cargar las pilas, pero este me ha sorprendido.


Me ha sorprendido, primero, por la compañía: 24 curas del mundo rural de León, Plasencia, Coria-Cáceres,Toledo, La Rioja, Mérida-Badajoz y otras diócesis que tienen las opciones muy claras. Hay que optar por los pueblos, y optar desde unas claves: Dios ya está allí, antes de que lleguemos nosotros, y su Reino también, entre la vida de sus mujeres y hombres. Nosotros tenemos que descubrir por donde llega el Reino, señalarlo y ayudar a que crezca. Optamos por una forma de estar en los Pueblos que no concebimos como "atenderlos" siendo hombres de la institución, sino algo más, siendo testigos de los procesos que viven las personas que hacen camino con nosotros. Creemos en el Dios que se manifiesta desde lo pequeño, lo pobre y lo débil. Y hoy, en nuestro mundo y en nuestra Iglesia, lo pobre, lo débil y lo pequeño incluye al Mundo Rural.

Pero me ha sorprendido, sobre todo, por el contenido: ayer nos acompañó Antonio Carrascosa, y mejor imposible. Nos iluminó, desde el Evangelio, y de forma muy creativa, ayudándonos a ver las posibilidades, sobre nuestra tarea de acompañantes: la brisa, la noche y el raso, el mediodia, el bochorno y la sombra, la amanecida, etc. Por la noche un rato distendido, compartiendo con Juan Rubio, director de la revista Vida Nueva. Y esta mañana con Dolores Aleixandre, ¡cuanta sabiduría expresada de forma tan sencilla! Esta mujer expresa lo que muchos pensamos pero con palabras que a nosotros nos faltan muchas veces, ¿será la frescura de estar cerca de la Palabra? Dolores es de esas personas que te acercan a la Fuente por como narra el Evangelio. !Hacen falta mujeres así en nuestra Iglesia a las que les demos voz¡ (y voto)

Este encuentro me ha sabido a poco y doy gracias al Padre por el aire fresco que se respira en estos espacios, porque aunque, como nos recuerdan algunos, quepamos en un seiscientos, queremos ser fieles al Evangelio y al Mundo Rural. Esta Iglesia tiene mucho que proponer en nuestro mundo y en nuestros pueblos. Iglesia abierta al mundo, al que ama y sirve, que cree en el diálogo, porque no llega con las respuestas a las pregunta que ya nadie hace; iglesia fraterna, más propositiva que impositiva; que trata de ser fermento.

Me he traido deberes para casa: concretar todo lo que he escuchado en nombres y rostros, supongo que ya contaré algo en el blog.


¡ESTO SÍ QUE HUELE A EVANGELIO!

sábado, 6 de noviembre de 2010

La religión de los pobres




El otro día, mientras viajaba en coche, escuchaba la radio y hacían un comentario sobre lo que suponía que una religión que se presenta como la religión de los pobres gastase una "milloná" en el viaje de su mayor representante: el Papa. El comentario fue de psada y contaron poco más que lo que yo he dicho aquí. Pero esta mañana, en la que nos levantamos y nos encontramos con las noticias del viaje de Benedicto XVI a Santiago y Barcelona, se despierta la polémica.


Dando una vuelta por internet para leer las noticias del día, encuentro que según una organización llamada "Europa Laica" la visita del Papa a Santiago costará 3 millones de Euros, y a Barcelona 1,8 millones. Esto es poco en comparación con lo que afirman que costará su próxima visita a España en Agosto de 2011, que valoran en 25 millones de Euros. Me hace gracia leer que esta organización piensa enviar al Papa, a través del nuncio, una factura en la que detallarán los gastos. Posiblemente el Papa no sepa lo que se gasta en uno de sus viajes, y posiblemente él no pida que se hagan obras o gastos desorbitados para pasar unas horas en un país.


Por otro lado, parece ser que el secretario general de la Conferencia Episcopal, Martinez Camino, ha asegurado que “Siempre que viene el Papa es un negocio espiritual y económico”. Aparte de que no me parece muy acertada la expresión "negocio espiritual", sí que es cierto que la visita del papa repercutirá en el turismo en Galicia o en Barcelona. En los viajes, comidas, alojamientos, etc. Así lo expresan desde el Gobierno de Galicia y desde la Conferencia Episcopal.


Pero sí me cuestiona una cosa: La semana pasada, en una rueda de prensa, Cáritas Española ha presentado la memoria 2009 y los datos son esperanzados, pero a la vez, escalofriantes: Cáritas duplica en dos años el número de personas atendidas y en el año 2009 invirtió 230 millones de euros. Esperanzadoras porque me alegra conocer que los cristianos nos ponemos las pilas y sabemos qué es lo fundamental en la vivencia del Evangelio de Jesús: en el 2009 los recursos invertidos por Cáritas han aumentado un 6% y el número de voluntarios crece en otro 5%. Pero escalofriantes porque esto da una idea de hasta dónde es profunda la crisis económica que vive nuestra gente. (Eso se comprueba en el día a día cuando trabajamos en las Cáritas parroquiales y vemos el pérfil de las personas que acuden a pedir ayuda).


No tengo nada en contra de que Benedicto XVI visite España, al revés: posiblemente si los jóvenes de las parroquias a las que sirvo participan en la Jornada Mundial de la Juventud, yo viajaré a Madrid en Agosto, donde acudirá Benedicto XVI. Pero puedo entender que a muchos (y muchos de ellos buenos católicos) cuestione este tipo de visitas o, mejor dicho, cómo se desarrollan y organizan.


El Papa es un jefe de estado, representante de una de las religiones más "importante" que hay en todo el planeta, por eso es normal la seguridad que le rodea, y los encuentros con autoridades del país que visita. Pero un jefe de estado un poco especial y jefe de una religión que, como dice un prefacio de la misa, "tiene como meta, tu reino, como estado, la libertad de tus hijos, como ley, el precepto del amor." (Prefacio común VII).


¿En medio de la crisis económica que todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo sufren en sus propias carnes es esta la mejor forma de organizar las visitas del Papa? Yo creo que estamos en tiempos en que quizá no podamos solucionar muchos problemas de esta crisis, pero sí nos queda, además de hacer lo posible y lo imposible por intentar paliar las consecuencias y luchar por eliminar las causas, los SIGNOS PROFÉTICOS. Nuestra Iglesia, nuestra gente y nuestros pueblos, necesitan profetas que hagan signos que alumbren que otro mundo es posible y que señalen por dónde está llegando el Reino de Dios a esta tierra. ¿No sería un signo que la entrada del papa en Santiago pasase por ciertos barrios desfavorecidos de la ciudad?; según el ABC de hoy, el papa se encontrará con algún anciano, ¿podrá el papa hablar y conocer el drama de alguna familia sin empleo de las muchas que hay en nuestra tierra? No sé si es imposible, pero hacan falta signos proféticos.




Tan sólo me queda una esperanza: que duante la visita, estando acompañado de los ministros y en sus encuentros con las autoridades (reyes, príncipes, zp, rajoy...) puedan conversar sobre la realidad de la gente de nuestro país, sobre la crisis, sobre... los problemas reales que afectan al día a día de la gente porque "nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en nuestro corazon" (GS 1)

lunes, 16 de agosto de 2010

LAS MAGDALENAS PARA DIABÉTICOS


"EL PODEROSO HA HECHO MAGDALENAS (OBRAS GRANDES) POR MÍ"
En Agosto estoy de fiesta casi todo el mes: empazamos con la Virgen de las Nieves en Atalaya, el 5 de Agosto; y seguimos con la Patrona de Alconera el día 15. Todo con su novena y setena correspondiente, como Dios manda (o mejor dicho, como nuestra religiosidad popular manda). Un mes muy mariano, jeje.
En Alconera, uno de los primeros días de la setena, leimos el texto de Lc 1,39-45 (la visita de María a Isabel y el Magnificat). En la homilia correspondiente yo comentaba que al igual que María nuestra misión es estar dispuestos al servicio, estar disponibles, ponernos en camino... que como ella con Isabel tenemos que "saber acudir junto a quienes están necesitando nuestra presencia, nuestro acompañamiento y nuestra acción" (esas son las palabras textuales de la homilía de ese día).
Bueno, pues uno que piensa que las palabras de la homilía suelen caer en saco roto y, lo que es más gordo, las del Evangelio también. Así que se sorprende cuando descubre que no es así, o al menos no siempre.
A los pocos días me encuentro a Mari repartiendo Magdalenas para diabéticos. Había seleccionado a unas cuantas personas diabéticas del pueblo y les había hecho Magdalenas con edulcorante especial para diabéticos. Decía que así es la forma de hacer la vida un ratito agradable para esas personas mayores (que eso era lo que yo había dicho en la homilía).
Je, je, je. Así había traducido ella el Evangelio de Lucas. No sé si son obras grandes, seguro que no. Tampoco con Magdalenas se "derriba del trono a los poderosos" ni se "colma de bienes a los hambrientos". Pero sí es la forma sencilla en que esta mujer de pueblo, como María la Virgen, se pone en camino estando disponible para los ancianos del pueblo.
Isabel, la prima de María, también era anciana y, seguro, segurísimo, que María cuando fuese al pueblo de su prima, a la montaña, le llevaría algún presente, posiblemente esas Magdalenas riquísimas de pueblo. Yo me enteré porque estaba en casa de una anciana cuando llegó con las Magdalenas, y desde entonces decidí escribirlas con mayúsculas, porque eran Sacramento de Dios, del Dios dulce y tierno como las Magdalenas.
Gracas, Padre, por revelarte en lo sencillo y en los sencillos.
En esas pequeñas cosas te descubro presente y encuentro la fuerza para seguirte día a día.
Gracias por las Magdalenas y las personas que las hacen, siempre que las hagan pensando en quienes se las van a comer y en hacerles la vida agradable.
Gracias por las personas que viven la fe sencilla pero profunda porque ellas son maestros de fe para otros. GRACIAS, PADRE.

lunes, 2 de agosto de 2010

Cura rural en la Tele, jeje


Esta mañana he vuelto al trabajo. Una vuelta de repente, porque empezaba a a sonar el teléfono desde bien temprano.
Una de las llamadas ha sido de canal extremadura, que quieren hacer un reportaje para un programa de la tarde sobre cómo ser cura en medio de los pueblos y cómo nos sustituimos en vacaciones. Me sorprendía y la verdad es que pensaba decir que no a medida que me lo contaban. De buenas a primera cambié de opinión, ¿por qué no? Puede ser una ocasión para contar cómo se implica la gente en una comunidad rural, para que cuenten como ser cristiano en medio de un pueblo. Así que me han liado y hemos quedado el lunes a las 4:30 para recorrer Atalaya, Valverde de Burguillos, Burguillos del Cerro, La Lapa y Alconera que son los pueblos que voy a llevar estos días.
Supongo que el reportaje serán 3 o 4 minutos en total. Espero que nos dejen decir lo que queramos y no corten lo que les parezca para presentarlo como una cosa rara y dar una imagen de Iglesia antigua, tradicional... A ver que sale, ya lo contaré.

en-RED-ados


Este mes de julio he vivido una experiencia solamente posible gracias al trabajo en red.
-CAMINO DE SANTIAGO: Primero el camino con gente (jóvenes y adultos) de mis parroquias y de la parroquia de Guadalupe de Badajoz. Una gozada el hacer camino junto a otros, el poder disfrutar de los paisajes, las celebraciones, los ratos de fiesta y de ocio y... claro está: de la final del mundial, jeje, que bien lo pasamos.
- Campamento JEC: Después del camino el ampamento con casi 100 jóvenes de la JEC de Extremadura (Plasencia, Badajoz, Cáceres, Valle de Santa Ana, Fuente del Maestre, Zafra, Atalaya, Alconera...) Una gozada, unas auténticas vacaciones. Disfrutar acompañando a secundaria, trabajando, en la marcha... y También bailando la vaca lechera.
- Curso CEPAJ: Finales de julio y viaje a Irún a la segunda sesión del curso especializado de pastoral con Jóvenes. Formación compartida con Marianistas, Adsis, Escolapios, Vedrunas... Compsrtiendo criterios, viendo formas de salir al encuentro de los jóvenes, formándonos y disfrutando con el pacharán y la sala chill out, jejeje.
Tres experiencias que solo han sido posible gracias a estar dispuestos a trabajar desde la comunión y en RED. De vuelta al trabajo en las parroquias reflexiono y doy gracias al Padre por estos días en los que he podido experiementar el gozo de trabajar con otros.

sábado, 13 de marzo de 2010

SOY Iglesia!!!!!


Hoy hemos estado en un encuentro de la Delegación de Pastoral con Jóvenes (PcJ) para jóvenes en grupo fuera de los procesos de confirmación. La verdad una gozada, esto es posible por muchas cosas, pero sobre todo por el trabajo de mucha gente que hace que esto sea posible.

Primero, los que desde hace años van trabajando en esta línea para que jóvenes de distintas realidades de Pastoral con Jóvenes puedan vivir esta experiencia de comunión. Sin duda esto es enriquecedor.

También es posible por la Comisión de Acciones Generales de la Delegación de Pastoral con Jóvenes que se lo han currado un montón. Le han hechado horas pensando y trabajando. Gracias, chicos por el trabajo bien hecho.

Por supuesto que es posible por el trabajo de animadores adultos que creen y apuestan por los jóvenes y les acompaña en el día a día en los grupos.

Y, en último lugar, aunque son los más importante, por los jóvenes de las parroquias, colegios y movimientos que quieren seguir a Jesús en lo cotidiano, que quieren construir una iglesia en la que todos tengan cabida.

Gracias, Padre, por esta experiencia de comunión en la Delegación de PcJ. Los jóvenes me ayudan a trabajar con ilusión, a pesar de las dificaltades y sus ganas de comprometerse me hacen estar activos en esta Iglesia nuestra y en este mundo. Pienso en Fran, Rocio o Cristina, o en Rosa y María que se han quedado estudiando; en Álvaro, Mamen, Guimali... jóvenes universitarios que apuestan por estar implicados en sus ambientes; en Sonia y su proceso... Gracias, Padre, por tantos nombres desde los que poder hacer oración después de este encuentro.

sábado, 6 de febrero de 2010

A Dios, lo primero, es experimentarlo

Esta mañana he estado en el embalse de Aguijón, cerca de Barcarrota, y allí, gozando de una de esas dehesas extremeñas que tenemos en nuestra tierra me ha dado tiempo a pensar; y también a contemplar.
Estando a la orilla de aquél pantano recordab la escena del evangleio que leemos este domingo (Lc 5,1-11 Jesús que a la orilla del lago de Genesaret llama a los primeros discípulos a seguirle) y he llegado a una idea clara: a Dios, lo primero, es experimentarlo.
Dice el texto que la gente se agolpaba a escuchar de Jesús su Palabra, que Simón, Santiago y Juan terminan siguiendo al Galileo. ¿Qué ha visto en ese hombre para poner en él su credibilidad?
Solo después de haber pasado la larga noche bregando con las redes sin fruto alguno, y haber experiemntado que si estamos en la misma barca que Jesús la cosa cambia, se puede estar dispuesto a seguirlo, a poner la confianza en él.
Parece ser que la cosa no pasa por enseñar doctrina, verdades que sólo calientan la cabeza, sino en facilitar que se produzca esa experiencia en la que uno comprueba que ha psado muchas noches bregando con las redes, pero sólo cuando ha dejado que Él se suba a la barca y se ha abandonado hacia dentro del lago es cuando la cosa pinta bien.
Está claro lo que tenemos que hacer: primero preguntarnos dónde tenemos nosotros experiencia de Dios, para que merezca la pena seguirlo y podamos transmitir algo creible, después revisarnos si lo que estamos haciendo es facilitar que la gente tenga en medio de su propia vida experiencia como la Simón, Juan y Santiago.
Yo durante esta semana creo que haré oración desde ahí. Ya os cuento.

¿Está Dios en haití?

Mi amigo César me permitirá que le copie esta entrada de su blog que va sobre un estupendo artículo del jesuita Juan Antonio Estrada. No tiene desperdicio, a vuestra salud.
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DESDE la perspectiva científica el terremoto tiene una doble explicación. Por un lado, una zona sísmica, siempre amenazada por terremotos y maremotos, que se suceden con frecuencia. Por otra, que se ha practicado una deforestación masiva del país, que contrasta con la superficie de la República Dominicana, la otra parte de la isla. Además se ha dado una sobreexplotación del suelo, un agotamiento de los recursos naturales, en parte por empresas que han sido pan para hoy y hambre para mañana, y una fuerte explosión demográfica bajo gobiernos corruptos y dictatoriales, como los Duvalier, cuyo heredero se gasta hoy su fortuna en Francia. Cuando el terremoto llegó casi todo se vino abajo, incluido el centro histórico y las instalaciones estatales. Pero el barrio rico y moderno de Pétion Ville, en Puerto Príncipe, apenas ha sufrido daños. Es una isla segura, sólida y bien librada del azote natural.

La conclusión es evidente: con otra política y gobierno, otra distribución de la riqueza y otro tipo de construcciones se hubiera amortiguado mucho la violencia de la naturaleza en el país más pobre de América. Antes que preguntarse por Dios, ¿por qué permite esto?, hay que preguntar al hombre ¿cómo consentimos que tantos seres humanos vivan en la miseria, indefensos ante la naturaleza? La tragedia de Haití sigue al tsunami de Indonesia y vendrán muchos más, porque tres cuartas partes de la humanidad viven en la pobreza, sin medios para controlar la naturaleza. Tenemos los recursos técnicos y materiales para reducir al mínimo estos desastres, pero la distribución internacional de la riqueza los invalida.

¿Y dónde está Dios? Seguimos esperando milagros divinos que cambien el curso de la naturaleza; apelamos a la Providencia para que intervenga en las catástrofes naturales; rezamos y pedimos prodigios y señales. Y Dios guarda silencio y no actúa como esperamos. No aprendemos de la historia. No paró la cruz en el Gólgota; no intervino para evitar Auschwitz; no es el Dios relojero de Newton, que ajusta el reloj natural de vez en cuando; no modifica las leyes de la creación, descubiertas por la ciencia. El hombre y el universo son obra de un creador que respeta la libertad humana y el dinamismo de la naturaleza. Si buscamos al Dios milagrero, siempre a la escucha de los deseos del hombre, busquémoslo en otra religión, no en la del Dios crucificado. Es inconcebible que los cristianos sigamos esperando intervenciones prodigiosas, como en tiempos de Jesús, sin asumir la mayoría de edad del hombre y la autonomía del universo, cuyas leyes conocemos mejor y cada vez más.

En cambio, encontraremos a Dios, si lo buscamos identificándose con las víctimas y llamando a los hombres de buena voluntad a la solidaridad y la justicia; si esperamos que Dios nos inquiete, nos provoque y nos llame a colaborar de mil maneras para mitigar el dolor en Haití; si creemos que Dios no es neutral y que el contraste entre el gran mundo pobre y la minoría de países ricos clama al cielo. Hay que ayudar a Dios para que se haga presente en Haití, porque necesita de los hombres para que llegue ahí el progreso y la justicia. Los muertos y refugiados de la catástrofe tienen hambre de justicia, la de las bienaventuranzas, y Dios necesita testigos suyos para hacerse presente.

Nadie puede hablar en nombre de las víctimas sin experimentar sus sufrimientos ni padecer su forma de vida, sólo hacernos presentes a ellos. El protagonismo corresponde al ser humano: Dios es autor de la historia, en cuanto inspira, motiva y envía para la solidaridad y la justicia. El Dios cristiano no es la divinidad griega que siente celos del hombre y castiga a Prometeo, sino el que se enorgullece de la capacidad para generar vida con la ciencia y el progreso, sólo exigiendo que los recursos naturales se pongan al servicio de todos. Hay que actuar como "si Dios no existiera" y todo dependiera de nosotros, universalizar la solidaridad y cambiar las estructuras internacionales que condenan a pueblos enteros a la miseria. Desde ahí podemos esperarlo todo de Dios y pedirle que fortalezca, inspire y motive a los que luchan por un mundo más justo y solidario.
Dentro de pocos meses Haití será un mero recuerdo, excepto para los que siguen allí, y los habremos olvidado, como a Indonesia o las hambrunas del África subsahariana. La gran tragedia del siglo XXI es la de una humanidad que tiene recursos para acabar con el hambre y mitigar las catástrofes naturales, pero prefiere emplearlos en armamento, para defenderse de los pobres; en policías, para evitar que lleguen a nuestras islas de riqueza y en los despilfarros consumistas de una minoría de países. Del mal de Haití somos todos responsables y la solidaridad no puede quedarse en el acontecimiento puntual, aunque sea necesaria, sino que exige otra forma de vida.

viernes, 5 de febrero de 2010

Sal de la tierra

Esta mañana me encontraba con mi amigo Pepe Moreno y César y nos poníamos a hablar de la experiencia de tener un blog en internet. Pepe me decía ¿oye, tú por qué no tienes un blog en internet? La verdad, no se me había ocurrido, ¿a quién puede interesarle? Él me comentaba que quizá gente de mis pueblos (Alconera, Atalaya, La Lapa) que estuvieran fuera del pueblo, que les interesara lo que ocurre en la parroquia de su pueblo... gente del pueblo a la que no llegamos con los medios "normales". Bueno, pues esta noche comenzamos con la tarea de este blog.
Nunca he dudado que internet fuera un buen medio para evangelizar; al menos, como fuente de recursos es una pasada. Sigo dudando qué puedo aportar en este medio que ha veces me da la sensación de estar saturado, pero bueno, si a alguien sirve, aquí estamos. Al menos intentaremos que sea un eco de la propia vida, de lo que vamos viviendo, de lo que acontece en lo cotidiano.
¿Qué título para mi blog? Al principio intenté ponerle un título que tuviera algo que ver con las parroauias en las que sirvo, pero vista mi poca imaginación pensé en alguna frase del Evangelio y rápido se me vino a la cabeza ese texto de Mateo en el que Jesús le dice a sus seguidores que ellos son la sal de la tierra (Mt 5,13). Tan sólo desear que este blog de testimonio de cómo muchas mujeres y hombres son sal de esta tierra nuestra. Nos vemos.