Cristales de sal a las orillas del mar muerto

miércoles, 17 de noviembre de 2010

ESTO SÍ QUE HUELE A EVANGELIO!!!




Acabo de llegar de Madrid, del encuentro de conciliarios del Movimiento Rural Cristiano (MRC). Conocía el Movimiento Rural desde hace tiempo por ser de la familia de Acción Católica, como la Juventud Estudiante Católica, de la que he sido militante y ahora consiliario y animador.

Pero ha sido hace unos años, cuando llegué a los pueblos a los que sirvo y cuando me invitaron a las reuniones del Movimiento en la Diócesis cuando lo estoy conociendo realmente. Desde hace dos años he empezado a ir a las reuniones del grupo que nos reunimos en Valencia del Ventoso y este curso vamos a iniciar el movimiento en Alconera. Además estar en contacto con el MRC me da un estilo de presencia y de trabajo pastoral en los pueblos.

Por todo eso, sentía la necesidad de ir a este encuentro nacional del MRC en el que, aunque no estaban los militantes, al menos iba a conocer a los consiliarios. La experiencia inmejorable: siempre digo que este tipo de encuentros ayudan a cargar las pilas, pero este me ha sorprendido.


Me ha sorprendido, primero, por la compañía: 24 curas del mundo rural de León, Plasencia, Coria-Cáceres,Toledo, La Rioja, Mérida-Badajoz y otras diócesis que tienen las opciones muy claras. Hay que optar por los pueblos, y optar desde unas claves: Dios ya está allí, antes de que lleguemos nosotros, y su Reino también, entre la vida de sus mujeres y hombres. Nosotros tenemos que descubrir por donde llega el Reino, señalarlo y ayudar a que crezca. Optamos por una forma de estar en los Pueblos que no concebimos como "atenderlos" siendo hombres de la institución, sino algo más, siendo testigos de los procesos que viven las personas que hacen camino con nosotros. Creemos en el Dios que se manifiesta desde lo pequeño, lo pobre y lo débil. Y hoy, en nuestro mundo y en nuestra Iglesia, lo pobre, lo débil y lo pequeño incluye al Mundo Rural.

Pero me ha sorprendido, sobre todo, por el contenido: ayer nos acompañó Antonio Carrascosa, y mejor imposible. Nos iluminó, desde el Evangelio, y de forma muy creativa, ayudándonos a ver las posibilidades, sobre nuestra tarea de acompañantes: la brisa, la noche y el raso, el mediodia, el bochorno y la sombra, la amanecida, etc. Por la noche un rato distendido, compartiendo con Juan Rubio, director de la revista Vida Nueva. Y esta mañana con Dolores Aleixandre, ¡cuanta sabiduría expresada de forma tan sencilla! Esta mujer expresa lo que muchos pensamos pero con palabras que a nosotros nos faltan muchas veces, ¿será la frescura de estar cerca de la Palabra? Dolores es de esas personas que te acercan a la Fuente por como narra el Evangelio. !Hacen falta mujeres así en nuestra Iglesia a las que les demos voz¡ (y voto)

Este encuentro me ha sabido a poco y doy gracias al Padre por el aire fresco que se respira en estos espacios, porque aunque, como nos recuerdan algunos, quepamos en un seiscientos, queremos ser fieles al Evangelio y al Mundo Rural. Esta Iglesia tiene mucho que proponer en nuestro mundo y en nuestros pueblos. Iglesia abierta al mundo, al que ama y sirve, que cree en el diálogo, porque no llega con las respuestas a las pregunta que ya nadie hace; iglesia fraterna, más propositiva que impositiva; que trata de ser fermento.

Me he traido deberes para casa: concretar todo lo que he escuchado en nombres y rostros, supongo que ya contaré algo en el blog.


¡ESTO SÍ QUE HUELE A EVANGELIO!

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